jueves, 18 de febrero de 2010

Opiniones

No sé si te fijaste, pero nunca pedí tu opinión.

Me limité a escuchar y tu creíste que seguía tus pasos.

Me dediqué a observar y tu pensaste que obedecía.

Y hoy, hoy ves que no sigo tu camino, que tomé mi propio camino. Que me desvié en un cruce, que dejé de escuchar tus tonterías.

Me dí cuenta de que nunca me interesaron tus historias, que las escuché por aprender y no cometer tus fallos.


















Por fin vivo mi propia vida, y por suerte, no se parece a la tuya.

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