Llevo un par de semanas dándole vueltas al coco, pensando, sopesando y valorando mi vida y los segundos que me quedan de ella.
Creo que me he cansado de buscarle los tres pies al gato. Al final todo resulta igual de simple. Las personas, la vida...
Seguimos sin ver mas allá de nuestras propias narices, seguimos queriendo encontrar en otros aquello que anhelamos. Y si no lo encontramos, por supuesto es culpa suya.
Hoy escribo con la cabeza y me doy cuenta de que soy persona de casos imposibles.
Mañana, escribiré con el corazón y volveré a preguntarme qué hice mal, qué falló.
No hace falta hacer mucho para que te des de narices en el suelo gracias a la gente, y englobo en esto a todo tipo de relaciones. Nadie nunca es como queremos que sea, o como creemos que es, seguimos teniendo mil capas que recubren nuestra verdadera personalidad, lo malo de las capas esque se rompen, por más bonitas que sean y solo dejan desilusiones...
ResponderEliminar"Y si no lo encontramos, por supuesto es culpa suya." Amén.
No tengo mucho que decir, aquí ando dandole vueltas al mismo tema... Asíque... =)
Un beso corazón de melón.
Poco más que decirte lobito mio...